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El juego como aprendizaje en casa

Sabemos que la convivencia en familia no siempre es fácil y más ahora que por circunstancias sanitarias hemos de pasar mucho tiempo en casa y la relación entre padres e hijos requiere más atención. En Fundación Talita Madrid hemos pensado en recomendaros algunos juegos para vuestros hijos más pequeños y cómo potenciar esa convivencia a través de estos momentos:

Para niños de entre 0 y 1 año, os recomendamos los gimnasios para bebés o las pelotas sensoriales de Logopedicum, ya que son juguetes muy llamativos y en esta edad es importante que vuestro niño/a explore diferentes sonidos, colores o texturas. Debemos otorgarle esa autonomía para que explore por sí mismo. Puedes conseguirlas aquí.

¿Vuestro hijo tiene entre 2 y 4 años? Os proponemos juguetes con los que pueda trabajar su motricidad, como las construcciones de Lego. ¿Queréis construir a lo grande? ¡Os aconsejamos entonces los puzzles de goma Eva! Con ellos podréis construir vuestro propio castillo, así como desarrollar la imaginación y el juego simbólico creando diferentes situaciones. Los puzzles de goma Eva los puedes conseguir aquí.

A partir de 5 años, podéis sorprenderles con un disfraz de su personaje favorito. ¿Quién no quiere ser Capitán América o Rapunzel por un día? A esta edad sabemos que hay niños que prefieren juegos más tranquilos y les gusta la lectura. Os sugerimos títulos, como: Adivina cuánto te quiero, de Sam McBratney (Editorial Kokinos) o El monstruo de colores, de Ana Llenas (Editorial Flamboyant). Un ratito de lectura en familia de forma asidua es muy recomendable ya que los pequeños aprenderán sobre las emociones y los colores, pero también potenciaremos la expresión del lenguaje oral y la interacción entre los diferentes miembros de la familia. Los libros los puedes conseguir aquí y aquí respectivamente.

Además, queremos ofreceros algunas pautas que podéis tener en cuenta para crear un buen entorno de aprendizaje lúdico:

  1. Antes de comenzar a jugar o realizar una demanda es importante asegurar la atención del niño: primero dirigimos su atención y después le explicaremos en qué consiste.
  2. Emplearemos el juguete o la situación de juego para potenciar diferentes aspectos de forma indirecta: creatividad e imaginación, desarrollo sensorial, motricidad gruesa y fina, fomento de su lenguaje comprensivo y expresivo, conceptos matemáticos y seguimiento de reglas, entre otros.
  3. Cuando leamos un cuento podemos desarrollar la lectura dialógica (proceso de leer y comprender un texto sobre el que las personas profundizan en sus interpretaciones) a través de la cual generamos una interacción comunicativa entre el adulto y el niño empleando preguntas que incluyan las diferentes partículas interrogativas (“qué”, “quien”, “dónde”) y pidiéndole que señale y exprese su respuesta.
  4. Seamos constantes. Busquemos un tiempo de juego diario. Dicho tiempo debe ajustarse a las características, motivaciones y necesidades de cada niño/a.
  5. Prestemos atención a los pequeños avances. El aprendizaje es un proceso lento, durante el cual se van produciendo pequeños cambios que dan lugar al completo dominio de una habilidad concreta. Por ejemplo, algo que el niño/a hace ahora que antes no hacía es fruto del esfuerzo que va realizando durante la secuenciación de las nuevas actividades planteadas.

También es importante permitir al niño que juegue solo ya que esto potencia su autonomía y el diálogo interno con él mismo. También le permitirá desarrollar su creatividad al buscar diferentes formas de emplear el juguete, la búsqueda de una solución frente al aburrimiento, y la intención comunicativa al requerir al adulto para resolver situaciones.

Esther Hernández Durán

Logopeda 28/1393
Talita Madrid Fundación