Estrategias clave para mejorar la atención en niños y promover su desarrollo integral.
La mente de un niño es un universo de expansión, lleno de curiosidad y deseo por conocer. Desde los primeros años de vida, la capacidad de dirigir y sostener la atención juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los más pequeños. Sin embargo, en la era digital, al estar rodeados de tantos estímulos, la atención se ha convertido en un recurso cada vez más preciado y, a menudo, difícil de sostener.
Quizá te has preguntado alguna vez ¿por qué un niño/a puede concentrarse durante horas ante un videojuego y ser incapaz de prestar atención a una tarea de matemáticas durante cinco minutos? Hoy vamos a hablaros de diferentes estrategias para poder trabajarlo tanto en casa como en el aula.
En primer lugar, debemos saber que la atención es similar a un músculo que necesita ser ejercitado y entrenado. Del mismo modo que sucede con cualquier habilidad, algunas personas pueden tener inicialmente una musculatura más fuerte que otras, aunque todas ellas podrían desarrollarla con práctica y paciencia.
¿Y qué estrategias podemos poner en práctica?
Hemos consultado a nuestros profesionales, expertos en integración y en la atención de niños con necesidades de apoyo específico, y esto es lo que nos han recomendado:
- Dividir el trabajo: Divide las tareas o lecciones en partes más pequeñas y manejables. Esto les ayuda a no sentirse abrumados y les permite concentrarse en una sola cosa.
- Variación y cambio: Alterna entre diferentes tipos de actividades para mantener el interés y la atención de los niños.
- Hazlo interactivo: Utiliza juegos, actividades prácticas y materiales visuales para mantener su atención sostenida. Cuanto más interactivo sea el método utilizado, más probabilidades tendrán de mantener la atención y absorber la información.
- Premiar el esfuerzo: Reconoce y elogia los momentos en que se están esforzando y manteniendo la atención. El refuerzo positivo puede ser una gran herramienta motivadora.
- Fomentar el movimiento: A algunos niños les resulta más fácil concentrarse cuando están en movimiento. Permíteles tomar descansos cortos para estirarse, dar un paseo breve o participar en actividades físicas antes de retomar la tarea.
- Estimular la curiosidad: Despierta la curiosidad presentando preguntas interesantes, desafíos o misterios relacionados con el tema que están explorando o aprendiendo.
Recordemos que cada niño es único y que el proceso de desarrollo de la atención puede llevar tiempo y práctica. Como padres y madres, educadores y cuidadores, tenemos el privilegio y la responsabilidad de guiar a los niños en este viaje hacia la mejora de su concentración, proporcionándoles un entorno de aprendizaje estimulante, apoyo emocional y oportunidades para explorar y descubrir el mundo que les rodea.